Hace mucho tiempo que no escribo. Ni "diario de vida", ni bitácora, ni una carta de amor. Nada. O casi nada: he escrito hartos mails, pruebas, pautas de evaluación, guías de ejercicios. De eso he escrito ene. Yo opino que incluso más de lo necesario. Así que opino que ya es tiempo de retomar y, aún cuando esto lo he dicho ochorrocientas veces, ponerle un poco de seriedad a la cosa.
El otro día cuando fui a la Pelutik, leí en una revista -de los pocos momentos en que uno agarra una publicación de papel couché y le pone atención- que era una buena idea para mantener al hábito escritor poner en papel al final de cada día los buenos momentos que hubiesen ocurrido durante el día, y me pareció una idea genial. Claro que la inspiración ni siquiera llegó a pegarme un poquito, porque nunca jamás lo puse en práctica. Hoy, con Galaxy Tab nuevecita en las manos, tengo ganas de comenzar a desquitarme por tantos días de no escritura. Asi es que a preparar los palillos, los dedos que se acostumbran poco a poco al touch, y con un esfuerzo bien grande cada día debiera aparecer un poquito de tiempo para escribir. Vamos porque eso, esta vez sí que sí, suceda.
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