lunes, noviembre 08, 2010

Libros y Bolsos

En la onda de las listas de deseos para fin de año, hay cosas materiales que me encantan, que quiero tener y que ojalá alguien se avispara en regalarme.  No tengo muchas esperanzas, porque además tampoco le contaría a alguien que quisiera tal o cua cosa, porque desde chiquitita mi mamá me enseñó que eso era una falta de educación pues "a caballo regalado no se le miran los dientes" y, además, lo importante no son las cosas materiales.  Mi madre tenía mucha razón, pero igual no puedo dejar de soñar y desear ciertos objetos preciados, ¿no?  Así, recorriendo librerías virtuales y a propósito de un mail que leí hace pocas horas, tengo algunos favoritos:

Bolso Rayas para el notebook de Murmullo


A sólo $17.900 si se trata de un netbook (10.1' a 12.2') y $21.900 si es notebook (13.3' a 14.1'), además de la posiblidad de un estuche para cables a juego a sólo $4.500, me parece una idea genial.  Siempre me han llamado la atención los bolsos de Murmullo por esconder estéticamente el preciado objeto en su interior, pero los diseños no me convencían mucho: flores abstractas y ornamentos tipo bolso maternal que no me mataban para nada.  Pero cuando vi este modelito a rayas me enamoré, y definitivamente lo querría sí o sí.

Obra Reunida de Baldomero Lillo


En lo que me parece debe ser una nueva edición auspiciada por el gobierno, que lo único bueno que tiene es que le baja el precio notablemente a compilaciones de escritores geniales, está este volumen recopilatorio de lo que se anuncia como su "producción completa" incluyendo 45 cuentos en 462 páginas por sólo $12.740.  Por supuesto, el único mal signo es que justo el libro compile cuentos relacionados con el tema de la minería y las condiciones infrahumanas de este trabajo en el momento en que los 33 mineros chilenos están aún en todas las bocas.  Si hasta para Halloween muchos niños se disfrazaron de mineros y para Navidad ya está de moda la "T-130" como juguete para los niños.  Artimañas del mercado, pero al menos de esta se puede sacar algún tipo de beneficio cultural.

Narraciones Completas de Aleksandr Pushkin


608 páginas de cuentos, relatos y narraciones novelescas de este ruso Romántico, al casi irrisorio precio de $9.000.  Una ganga para lo que me parece es un volumen genial, que incluye narraciones como La hija del capitán y La dama de pique junto a otros inéditos en español, los que jamás he leído pero sí he escuchado nombrar y me han tincado, uno más de esos miles de libros que quisiera leer y seguramente aunque lea toda una vida no alcance a hecerlo.  Siempre es bueno variar en las lecturas, descubrir nuevas cosas, leer algo que hace tiempo habías escuchado pero se te pasó con los años y ahora de pronto puedes tener a un precio bajito, bajito. 

Antología de poesía y ensayo de Octavio Paz


Las palabras y los días recopila ensayos iniciáticos y condecorados de Paz, además de poesía de varios de sus libros como Libertad bajo palabra o La estación violenta, entre otros.  Siempre me ha parecido atractivo Octavio Paz, sobre todo cuando leí El arco y la lira y amé su forma de escribir, sus palabras, la claridad de sus ideas y el eco que me hacían formando sentido.  Un volumen barato más encima porque el Fondo de la Cultura Económica siempre hace lo suyo de buena forma, sólo $8.990 y 317 páginas que leer con gusto.  Lo único malo es que no está en la Antártica del Marina Arauco, pero siempre puede encontrarse en otra parte, o al menos eso espero, y siempre incluso a un precio mejor.  Dejo un trocito de Libertad bajo palabra, por puro deleite y consonancia.

Allá, donde los caminos se borran, donde acaba el silencio, invento la desesperación, la mente que me concibe, la mano que me dibuja, el ojo que me descubre. Invento al amigo que me inventa, mi semejante; y a la mujer, mi contrario: torre que corono de banderas, muralla que escalan mis espumas, ciudad devastada que renace lentamente bajo la dominación de mis ojos.
Contra el silencio y el bullicio invento la Palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día.

Llegando al fin, sólo mencionar que estoy en proceso de lenta lectura de El lector de Bernhard Schlink que me compré el fin de semana a no más de $9.000 en la Feria del disco.  Voy lenta, pero segura, sólo porque el libro me seduce y no quiero devorármelo de una, sino tomarlo en breves tragos placenteros.  Últimamente he descubierto que esa es la forma que más me permite disfrutar y soñar con lo que voy leyendo: pausadamente y sin apuros.

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