Aburrida de comentar en Zancada -y que conste, de comentar -porque encuentro que la gente que lo hace allí es tan cerrada, cree sabérselas toda y es tan prepotente que me carga, decidí ponerme a pensar qué me gustaría recibir y dar para Navidad. Todavía no tengo claro qué dar, porque mi esmero en los regalos en estos últimos años nunca es bien retribuido: como tonta buscando un libro, disco u objeto específico después recibo libros que no me interesan, discos fomes y chocolates u objetos que jamás se me habría pasado por la mente pedir o regalarle a alguien. Así es que he decidido hacer una lista de lo que sí me gustaría, a ver si es posible que alguien se de por aludido y -sólo si tiene ganas de regalarme algo porque eso a nadie se lo impongo, después de todo el espíritu Navideño está primero para mi -de una vez por todas me regale algo que me guste y que me guste harto. A veces he pensado que la gente que hace eso es bien barsa y patuda, pero ahora le encuentro mucho sentido. De hecho, si todos lo hicieran, uno podría hasta coordinarse con alguien más y regalarle a la persona eso que hace tiempo le gusta. Me encanta la idea, ojalá todos hagan lo mismo y así yo también salgo del clásico pijama, camisa, ropa interior o calcetines y de una vez por todas, el regalo logra ser más significativo porque habla de conocer al otro y de llegarle un poquito al corazón.
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