Tengo tanto sueño. Tanto sueño y tanta lata, y esa sensación de que las cosas no van a funcionar, que el tiempo no me va a alcanzar, que me va a pillar la máquina, tan típica de mi. Acabo de enviarle un mail a Novoa contándole que estoy muy atrasada con lo que me pidió y que no alcanzaré a entregárselo el lunes nica. Que me ponga un plazo razonable, que me pida dejar la pega hasta acá si lo considera necesario, pero que no me huevee antes del lunes 22 porque esa es la fech que tengo estimada para entregar la tesina. Ni un día más, ni uno menos. Y tengo prueba de Japonés el miércoles, y el jueves el cumpleaños de marido, y entregar un taller de Antropología Cristiana que tendrá que ser antes para poder faltar en la tarde o si no no podré hacerle la once de manera decente a marido. El fin de semestre siempre es un caos, pero ahora me siento fatalmente peor, entre la espera, la incertidumbre, mis ganas de fumarme un pucho o emborracharme que serían las maneras más entretenidas de evadir y relajarme y que no puedo concretar por la incertidumbre que tenemos de si estoy o no embarazada. Es como un sube-y-baja. Un sube-y-baja emocional que me tiene un poco para la cola, con ansiedad a morir, gorda, cansada y con sueño. Con mucho, mucho sueño.
Dreams till sunbeams find you Sweet dreams that leave all worries behind you But in your dreams whatever they be Dream a little dream of me
La mejor canción en este momento, para irme a dormir cara dura, porque al jazz le da lo mismo todo. Y todo se puede ir al carajo, porque con sueño mi cerebro se muere.
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